Mesa

Thursday, November 14. 2013

Finalmente, la mesa. Post larguísimo con muchísimas fotos.

Arrancamos por el comienzo:

Estaba justo debajo de una boca de luz por la cual filtró muchísima agua en sucesivas tormentas. Además de la humedad que había deshecho las terciadas, también el agua hizo que todas las cosas que estaban arriba destiñeran sobre la madera.

El proceso de restauración fue bastante largo y laborioso.

Lo primero fue ver si se podía salvar la tabla que estaba más castigada por el agua. La terciada estaba casi salida del marco, así que directamente la saqué completa:


Como se ve en la última foto, la terciada estaba toda abierta, principalmente era la chapa de vista, pero en varias partes también estaba suelto el contrachapado. Le dejé escurrir toda la cola que pude por entre las chapas, y después la mandé a prensar por un par de días. Encima, tuve la mala leche de que esa semana estuvo lloviendo por lo que tardó banda en secarse:


Al día, todavía húmedo lo desprensé, por un lado para despegarlo del suelo antes de que se pegara mal (todo el barniz que falta en la primer foto quedó encolado al piso), y por el otro para ver si necesitaba algún refuerzo. Se puede ver que no había llegado a encolar en todos lados (o que la humedad de la cola aflojó partes que antes no estaban despegadas):


Vuelta al prensado y quedó ahí varios días hasta que secó por completo. Acá se puede ver la misma parte que estaba despegada en la foto anterior ya seca:


Ya que tenía la tabla de la mesa sin la terciada, aproveché para arreglar el bastidor. Uno de los encastres tenía esta luz:


Desarmé las piezas (bastante complicado, estaba clavado con un clavo sin cabeza, por lo que tuve que partirlo), rebajé un poco y volví a armar:

En la foto creo que no se nota mucho, pero mejoró muchísimo. En la otra tabla también había una esquina así, siendo que en esa las terciadas (es una tabla con vista en los dos lados por lo que tiene dos terciadas) estaban bien pegadas, la dejé como estaba.

Paso siguiente, volver a pegar la terciada al bastidor:


El resultado (esa es la esquina que estaba toda abierta tanto en chapa como en bastidor):


Una digresión para señalar que faltaban varios de los botoncitos que tapaban los tornillos tanto en las sillas como en la mesa. No conseguí la pieza torneada, así que no quedó otra que hacer unas nuevas a mano:


Acá se lo puede ver calzado en una de las sillas, si bien finalmente terminé poniendo todos los que hice en la mesa, que quedan menos visibles que en las sillas:


Llega la parte de empezar a preparar las tablas para la barnizada. Mis abuelos tenían todo el tiempo la mesa desplegada, por lo que uno de los lados de la tabla doble estuvo siempre protegido. Acá se ve la diferencia de color y desgaste entre la tabla expuesta y la que no:


Empezamos el lijado:

Ahí puede verse cómo quedó la esquina que desarmé. Esas manchas negras en la chapa es óxido de unos herrajes que habían quedado encima todo ese tiempo; en esa primer lijada no pude sacarlos, seguí dándole y perforé el enchapado sin poder sacarlos. Así que no sólo la marca quedó sino que además tuve que emparchar la chapa para nivelar el buraco que le hice (el tinte que se ve ahí no es el definitivo, lo retoqué muuuuchas veces):


La otra tabla tenía otra marca de óxido, y aprendiendo de esta, lijé al menos para sacar lo superficial, pero dejé el resto. Se ve en la mesa terminada, pero es preferible eso y no el nudo de masilla que me quedó en ésta.

Antes de pintar, había que poner a punto las patas. Una cosa que desde chico me molestó de ese juego de living es que la mesa era muy alta con respecto a las sillas. Ya que estaba con la faena, aproveché para achurarle un pedazo a las patas. Podría haber sido un poco menos conservador, pero me dio miedo pasarme de rosca así que terminé sacando 3/4":


Las patas tenían un poco de juego y era imposible desarmar la mesa sin destrozarla, así que reforcé las cuatro patas con cola en los tacos:


Y lista la mesa completa para empezar con el barniz (ahí puede verse el botón in situ):


Esta es la primera mano de barniz. Por suerte el botón se disimuló bastante bien. Ahí se puede ver la tabla doble lijada, en la esquina está la mancha de óxido que no salió. En la última se ve el emparche de la tabla simple con la primera mano:


Otra digresión para las bisagras. El bronce estaba tremendamente deslucido y pegoteado de barnizadas que le deben haber pegado a la mesa. Le di una pulida con lija muy muy fina (en la primer foto se ve el antes y después). Para que no se oscurezcan les di una barnizada muy fina:


Segunda mano de barniz:


Tercera mano, ahora sí empieza a brillar un poco:


Y mirando el reflejo veo esto:

A la terciada que había desarmado, se le había despegado la chapa de la punta opuesta a donde yo había pegado.

Así que a despegar chapa y a encolar el refuerzo. Ya que estaba, encolé un pedacito de chapa que estaba medio suelto en la tabla doble. Esta fue la forma más elegante que encontré para prensarlo:


Ya a esa altura había terminado con las sillas; mi idea era darle una mano más a la mesa y cerrarla. La mano salió así:

Eso es consecuencia de haber pintado toda la semana con el mismo pincel, usando el mismo tacho con el mismo fondo de barniz que iba rellenando, etc. Son un montón de impurezas que se fueron sumando.

Pegué una muy buena lijada, limpié con mucho cuidado las piezas, y di una mano más, esta vez de barniz puro de la lata, sin diluir y sin entintar y con un pincel nuevo:


La tabla simple quedó impecable. La doble, del lado que se ve cuando la mesa está plegada me había quedado con burbujitas por lo que hoy lijé y pinté con un pincel de goma espuma, eso quedó bastante bien. El otro lado, que es el que se ve impecable en las fotos precedentes, en un par de lugares se opacó al secarse... supongo que es que le había dado una pátina demasiado gruesa de barniz:

Siendo que ya todo lo demás estaba bien, armé la mesa así; cuando seque bien la tabla doble del lado que retoqué, veré si repinto la terciada del otro lado.

Acá se ve cómo quedaron los herrajes pulidos, barnizados y con unos tornillos bastante buenos que conseguí que son mucho más lindos que los originales:


Esta es la mesa ya armada completa. Está plegada porque la cara de arriba está todavía húmeda:

Imágenes en el blog.

Thursday, November 14. 2013

Para Julio había actualizado el template del blog para que se ajustara al tamaño de la pantalla.

Como cuando hice las modificaciones no había más que thumbnails minúsculos y como después de eso siempre navegué en monitores grandes no me di cuenta hasta este fin de semana que se deformaban horríblemente las fotos cuando eran demasiado anchas para el monitor. Navegando con la netbook vi todo estirado, por lo que me puse a arreglarlo.

Ahora las imágenes si no entran en la ventana, se achican hasta calzar; por lo que la visualización no deberia romperse más.


Como apunte, mientras revisaba el blog para arreglar posts viejos al nuevo template, me encontré mirando este post exactamente como me ven en esta foto que tomé:

El hombre es un animal de costumbres.

Sillones

Saturday, November 9. 2013

Ya había mostrado un poco sobre la puesta a punto de dos de los sillones en este post. Bueno, acá viene lo más grueso que una baldeada.

Antes que nada, acá están los tres sillones en cuestión en su hábitat natural, antes de traérmelos al departamento:


Sofá cama


El sofá cama es el de peor calidad y, supongo que por mala confección, era el más castigado de los tres. En el cuerpo se había roto la caja donde encastraba la espiga de una pata, por lo que habían reforzado con una segunda madera pegada encima. No sé si en el flete o antes, se volvió a partir así que lo primero fue reencolar y clavetear la pata y media:


Después de eso, ya que estaba barnizando las sillas, me pareció más práctico pegarle una lijada fija y una barnizada en vez de intentar limpiarle la mugre (lijada y barnizada en ese orden):


Último paso, limpiar el tapizado que estaba un poquitín sucio, y volver a pegarle los botones que estaban puestos para el traste:


El resultado final:


Los otros dos


Los otros dos sillones tenían muy mal las patas por las reiteradas inundaciones que tuvo la casa. Si bien no los restauré a nuevo, sí al menos les saqué las marcas de humedad y les pegué una barnizada que realmente los realzó bastante.

El uno (dos manos de barniz):


El otro (como estaba, lijado, primera mano, segunda mano:

Sillas

Sunday, November 3. 2013

Después de bastante trabajo, finalmente estoy terminando de restaurar el juego de living. Para no hacer un post megakilométrico, lo reparto en mil posts kilométricos y arranco por las sillas que es lo que ya terminé mientras que al resto le falta una manito más.

El estado general de las sillas era un desastre. A varias le había llovido encima reiteradas veces por lo que no había barniz, las patas tenían marcas de agua, y el encolado de todos estaba desastroso, inclusive algunas con maderas partidas.

El primer paso fue el de desarmar lo que se pudo y reencolar (me hubiera gustado poder desarmar completas las sillas y encolar sin la tapicería, pero los tornillos con los que estaba fijada resultaron imposibles):



En general, ninguna silla se salvó, en mayor o menor medida, del despiece y reencolado al menos parcial:


Después vino el turno del lijado completo de las 6 sillas:


Acá está el juego completo (incluyendo mesa) lijado:


En el reencolado sobre reencolado sobre reencolado los encastres no calzaron a fondo por lo que hubo que masillar; este es el maquillaje de la masilla (pueden verse alguna de las maderas más castigadas, partidas o con faltantes):


Después de eso, enmascarar el tapizado:


Cuando manipulaba, tuve la mala leche de despegar una silla que no había podido desmontar del todo para la reencolada y había encolado por encima. Ya tenía todo listo para barnizar, masillado, lijado, etc. y era flor de paja demorarme por una por lo que intenté hacer un refuerzo de la cola sin desarmar:


Dejé secar una noche y el resultado fue que al tironear un poco, se despegó de vuelta. Así que terminé finalmente desarmando el encastre que no había salido inicialmente y encolando bien a fondo:


Todo listo para el barniz:


Se va la primera, bien aguada para tapar los poros:


Segunda:


Tercera y última:


Más adelante veré si hago algo con el tapizado, de momento queda así.


Acá se puede ver un seguimiento de la silla que se me descajetó cuando ya tenía todo listo, en cada uno de los pasos.

Prensado:

Secado:

Masillado:

Lijado:

Teñido:

Primera mano de sellado:

Segunda mano:

Tercera mano: