Bombo

Friday, August 26. 2016

De un viaje relámpago a Santiago del Estero nos volvimos con un bombo legüero. Particularmente el más barato que pudo conseguirse. Su confección, calidad, cilindrez, etc. en sintonía con el precio... hasta está atado con alambre sobre una grieta.



En Santiago hay todo un gremio de artesanos que se dedican a grabar los bombos. La técnica tradicional es quemar con planchuelas puestas al rojo en un brasero, algo que no puede reproducirse en un departamento. Lo que tenía en casa era un soldador graaaande:

Cabe destacar que la punta corva no es algo cómodo para "dibujar", que cansa mucho el brazo la parte de estar haciendo palanca mientras se hace presión.

El diseño, googlear un poco por imágenes, hacer un collage, rotar un poco las cosas y amoldarlas al diseño apaisado del bombo.

Los primeros trazos, algo tranca para agarrarle la mano al sistema (y ver si el soldador tiraba potencia como para quemar y eso):


Después, un poco más de detalle:


Un receso para deliberar sobre el diseño de la rama izquierda y plasmarlo:


Luego el lado B y los detalles:


Tres manos de barniz satinado:


Y con ustedes el bombo armado:


Acá puede verse el diseño completo:




Fixing a hole II.

Friday, October 30. 2015

Dejar las ollas en remojo es algo bueno. Dejarlas en remojo más de una semana no tanto. No sé si la acidez de probablemente un tuco, o si algo que fue evolucionando en el tiempo pero la onda es que la vez pasada quise hacerme unos fideos e inundé la cocina.

Una foto vale más de mil palabras. Este es el hoyo mayor, pero en total eran cuatro:


(Alguien que esté cursando Hidráulica puede estimar el diámetro del agujero en función del chorro...)

¿Cómo emparchar una olla de aluminio?, lo más sensato que se me ocurrió fue remarcharla... digamos que las asas suelen estar remachadas y no se escapa agua por ahí. Mismo material, algo que llena el agujero, una cabeza de cada lado.

Para los que no saben lo que es un remache o menos un remache macizo (de 10 ferreterías/zinguerías donde pregunté salvo el que me los vendió los demás no tenían ni idea), esto es un remache:


Primer paso, perforar un agujero donde entre el remache:


Después lijar del lado de adentro para sacar las rebabas y que la cabeza haga tope bien, así es como calza antes de remacharlo:


Y ahora a remachar, mi reino por un yunque y por un martillo de cabeza redondeada, pero bueno una silla y un cortafierro con un martillo de clavar sirven para improvisar. La última vez que usé un remache que no fuera pop fue en primer año de la secundaria, hace 20 años:

Conste, así le ponen los remaches a una olla en una fábrica de ollas, con esa prensa cualquiera remacha.

Ahora a la prueba hidráulica, no sé si se ve, pero hay una gotita minúscula asomando por debajo, es muy difícil martillar para que el remache se expanda bien sobre lo que estaba martillándolo:


Vuelta al "yunque", el remache quedó horrible y cagué a palos la olla pero al menos no perdió más:


Repetir para los otros 3 remaches:


Y ahora, después de retocarlos un poco, la prueba hidráulica de en serio:


Misión cumplida, por 80 centavos el remache y media horita de trabajo recuperé la olla:


Motivacional


Muchas veces el feedback que recibo a estos posts es el "ay, vos sabés, yo no puedo". Como dije en el texto, llevaba 20 años sin poner un remache, así que si alguna vez dominé el arte (creo que el Cristo de Borja que fue el farol que hice en hojalatería dice que no) eso fue sepultado hace tiempo.

Acá va la evolución de los 4 remaches que puse, la práctica hace al maestro, y a no desanimarse si el primero queda horrible, cualquiera de estas técnicas se domina intentándolo un par de veces. El último es como deberían haber sido los otros 3:

Mondioleando.

Wednesday, January 21. 2015

Luego de superado el temor inicial de secar en Buenos Aires surgió la idea de intentar la experiencia grupal de hacer salames. Este post no va a hablar sobre los salames sino de que cuando estaba yendo a comprar la carne para los mismos me tenté y compré una bondiolita para hacer fiambre.

La compra del relleno de los salames la estaba haciendo en La Saladita en Constitución... que me recordó bastante a 7 Cajas. La granja acusaba una dudosa cadena de frío, todos los cortes estaban tirados adentro de un changuito de supermercado, pero por fuera de eso los cortes se notaban frescos y para salar la pieza no tiene que haber pasado por cámara lo que ocurre con las bondiolas que se compran practicamente en cualquier frigorífico. Llevé una bondiola más o menos chica, de 1,8kg.

La receta que usé está tomada de las que habían publicadas en Taringa!, elegí con el criterio de que la parte del salado inicial se pudiera hacer en heladera y el secado al fresco.

Arranqué desgrasando un pelín y salando:


Así como venía, fue a la heladera por 3 días. Largó un poco de agua que fuí sacándole, pero tampoco tanta:


En paralelo a eso, puse en remojo en vino blanco ajos, especias y eso para el marinado:


A los tres días saqué de la heladera, le lavé toda la sal y la puse un poco en remojo en agua para terminar de sacar los granos, no sé si se nota un poco el cambio de color, pero está más pálida que el primer día:


Después del remojo la sequé y la metí a marinar durante un par de horas con el vino, dándola vuelta de vez en cuando para que chupe de todos lados:


Después de eso, a escurrirla bien; la dejé de una noche para la mañana siguiente:


Y bueno, ahora viene la faena de condimentarla, darle la forma y dejarla lista para el secado. Para los condimentos usé pimentón, curry y nuez moscada. La idea es amasarla sobre eso hasta lograr una forma más o menos bondiolesca (con el tiempo en la heladera, el escurrido y eso la forma no era muy regular):


Y de ahí a atarla. Usé papel de manteca, debería haber conseguido film microperforado para fiambres pero no tenía. El laburo del atado es complejo, onda atar un matambre. Hay que apretarla bien fuerte para que conserve la forma y se prense:


De ahí fue a mi fiambrera a secarse:


A los 25 días vi que había reducido mucho en tamaño y que en donde estaba abierto el papel se veía un poco de mufa. De consistencia ya estaba bastante seca pero no me quise arriesgar a cortar el curado ahí. Lo que hice fue abrirla, limpiar con vinagre los hongos y volver a atarla. Se puede ver en la foto cómo los piolines que el primer día estaban tirantes ahora estaban todos flojos por la reducción en el volumen. El atado de esta vez fue casi testimonial porque estaba bastante armada:


Si bien, como ya dije, estaba ya bastante seca, quedó colgada 10 días más. En total, todo el curado fueron 35 días. Esta vez ya tenía tan poca humedad que no volvieron a crecer hongos.

El resultado final, de 1,8kg fresca terminó pesando 1kg:

Lo que mata es la humedad

Wednesday, December 10. 2014

En poco más de una semana tengo agendado preparar una feijoada, y si bien generalmente la hago con un par de faltantes, esta vez vienen 25 a casa y no puedo prescindir de ponerle carne-de-sol.

Ahora bien, en CABA no se consigue ni charqui, menos que menos la tradicional carne-de-sol brasilera, así que intenté experimentar preparándola yo. Encontré un montón de recetas, todas dispares entre sí, y con bastante poca fe arranqué con el ensayo y error.

La mayor parte de las recetas que encontré decían usar cortes de carne magros, sin una gota de grasa, sin tendones, etc. Con una humedad ambiente de más del 80% (o su equivalente en punto de rocío) todo el tiempo habían altas chances de que se echara a perder por lo que fui a por ensayar con un kilo y medio de roast beef de precios cuidados (dicho sea de paso, ya me pasó que la carne al vacío de Dia% me viniera en mal estado, si se me pudría a mí no hubiera sido más grave):

Disclaimer: Intenté ser cuidadoso con el balance de blancos de la cámara; los cambios de color son consecuencia de las distintas etapas del proceso.

El primer paso fue desgrasarla, hasta donde pude, era un corte de mierda:


Acá voy a insertar el comentario, y perdón si esto más que una receta es un no-debería-haberlo-hecho-así, sobre que varios videos que miré después, la mayor parte de las veces lo preparaban con carnaza común, así que la grasa y los tendones importan poco y nada.

Después el salado. Las recetas se dividían entre sal gruesa y sal fina. Usé sal gruesa. En base a los resultados estoy bastante convencido de que hubiera sido mejor sal fina y no salar a lo bestia sino apenas cubrir:


Acá viene la parte que nadie me avisó. Al cabo de un rato, empezó a largar líquido pero líquido en cantidad zarpada y a apestar bastante a sangre, puede verse como la sal se estaba diluyendo en el líquido:


Esto era el sábado a la tardecita, el día estaba cálido y seco, estuve toda la noche drenando el líquido y cuando me fui a dormir preferí meterlo en la heladera inclinado para que escurriera un poco.

A las 6 de la mañana estaba levantando mucho viento y me levanté a cerrar las ventanas. Me encontré con que la cantidad de líquido era demasiada y resolví cambiar de estrategia porque así no se iba a secar ni en pedo. Puede verse como parte de la sal quedó adherida, la mayor parte quedó sanguinolienta en la fuente:


Después del viento se largó zarpada tormenta por lo que bajó la temperatura y subió la humedad. La carne al menos estaba escurriendo pero el ambiente no ayudaba mucho. Necesitaba calor seco y esto fue lo mejor que se me ocurrió:


La tuve todo el día con el caloventor, y para la noche del domingo si bien estaba mojada al tacto abajo, al menos ya no goteaba:


La cocina olía demasiado a sangre, por lo que tiré a la mierda toda la sal y también sacudí de los bifes toda la sal que estuviera desprendida. La próxima vez que prepare voy a usar sólo sal fina, dejar que se adhiera lo que se adhiere cuando la carne está fresca y lo voy a dejar escurrir colgado desde un primer momento. Con el método de la sal gruesa, si bien el secado anda bien y la carne absorbe la sal que tiene que absorber esa sal se llena de sangre y no está bueno:


Otra vez, no quise dejarlo a la noche afuera de la heladera así que hice un pequeño colchón de sal y lo mandé a la heladera otra vez:


A la mañana del lunes, la sal nueva no se había humedecido, pero las piezas seguían apestando a sangre por lo que directamente retiré todos los granos de sal, volví a colgar pero boca abajo para que se secaran mejor las puntas que estaban abajo y donde más había escurrido el día anterior:


Todo el lunes quedó colgado al fresco, sin darle calor. El lunes a la noche si bien todavía le faltaba a las partes más gruesas el secado ya estaba bastante bien. Usé la misma sal limpia que había quedado de la noche anterior y acomodé en la heladera:


Quedó todo el martes en la heladera, y este es el resultado hoy miércoles:


Todavía queda un pelín de humedad en las partes más gruesas, pero el curado está más que bien, el grosor de las piezas se redujo a la mitad. Quedará en la heladera un par de días más para seguir secándose; según como venga lo aguantaré hasta el día de la feijoada o lo mandaré al freezer cuando crea que ya está bien.

Que nunca te falte...

Thursday, May 15. 2014

En el ranking número uno de "¿para qué tengo esta herramienta?" sin dudas se encuentra la fresadora de asientos de canillas, así que es justicia dedicarle una entrada por una vez que me salva las papas.

Con ustedes:


Cuando me mudé e hice la cocina cambié chicotes del bajomesada y el cierre de la canilla, pese a eso siempre goteó. Onda que había que cerrarla con muuuuucha fuerza y pese a eso siempre algo de agua se escapaba. En los últimos tiempos empeoró y hará cosa de 1 mes compré un nuevo cierre (este modelo de FV es una caca, el cuerito está remachado así que hay que cambiar el vástago completo), cuando fui a cambiarlo me di cuenta que era la misma que había cambiado hace menos de 1 año. Siguió goteando, por lo que el problema no estaba ahí.

Pese a que a simple vista no se notaba nada raro o que pasándole el dedo no se sentía ningún diente (más allá de una maquinación chotísima que te cortaba) fui a recuperar la fresadora, que había usado por última vez hacía más de 15 años y andaba guardada en un armario. Al darle la primera devastada surgió esto:


Seh, ahora sí, un grosso defecto de fabricación de más de 1mm de profundidad. No sé cómo instalaron eso, nunca puede haber cerrado bien. No esperaba algo así, tuve que darle un buen rato para rebajarlo completo. Quedó así:


Cierre perfecto, ni una gotita se escapa ahora:


En tiempos del cierre cerámico y el monocomando, larga y próspera vida a la fresa de asiento. Espero no volver a necesitarte de nuevo en al menos 15 años.