Minivacaciones.
Aprovechando los indefinidos días de vacaciones de changüí que nos dio el conflicto con los no-docentes en FIUBA; aproveché este fin de semana para "hacerlo" largo y rajar para otros lares.
Franco compensatorio el viernes en el laburo, faltazo compensatorio a futuro el lunes, especulación con que las clases no empezaban ni en pedo el 27 como se esperaba y pasajes a Colón.
El tiempo se portó bárbaro; un sol radiante en el micro a la ida, un sol radiante en el micro a la vuelta... nublado/lloviendo todos los días de estadía. La Ciudad está linda para desconectarse; para desconectarse en serio... en realidad, mucho para hacer no hay; al leer los folletos que juntamos al llegar noté que había sido mala idea mirar pájaros por la ventana del micro, dado que ya había agotado una posible actividad antes de llegar.
Y bueno, las actividades típicas; comer, dormir, criticar, embarrarse, ser jauría acosado por perros, visitar las piletas termales un domingo a las 9 de la mañana y sentirse en Cocoon. Y luego, el poder disfrutar de todos esos lujos asiáticos a los que uno no puede aspirar en su vida coditidiana: dormir en una cama, tener televisión, tener bidet, no tener que echar baldes en el indoro, que la habitación tenga piso, tener vidrios en las ventanas... y muchas otras cosas que nadie que no haya sido plantado por un albañil puede entender.
Ahora volviendo a Baires justo para enterarme que se murió mi abuelo, resolver un par de quilombos laborales, ponerme al día de otras novedades varias, retomar proyectos, y quedarme sentado a esperar que empiecen las clases algún dia.