Casio CS-67 DIY

Sunday, February 16. 2014

Desde hace 15 años que quería tener (y aprender a tocar) un piano.

Diversas circunstancias siempre hicieron que no pudiera comprarme uno, lapso durante el cual seguía tocando mi viejo y choto teclado Casio CTK-500, una poronga de 5 octavas, no sensitivo, y con unos sonidos horribles. Por razones económicas mi idea era tirar un añito más con eso y después comprarme un piano eléctrico.

Lamentablemente, hace 3 semanas murió (hasta donde llegué a ver se cagó el amplificador, pero por falta de instrumental no puedo corroborarlo) y más allá de que no era el mejor momento, no daba quedarme sin teclado cuando en los últimos meses había estado tocando bastante. Dicho sea de paso, murió el 24 de enero, 1 día después de la disparada del dólar y, que yo sepa, en Tierra del Fuego pianos no hacen. Así que apuré ese mismo fin de semana una compra en MercadoLibre a precio previo al aumento (sea lo que eso signifique para los tipos que venden instrumentos).

Me compré un piano Casio Privia PX-135. Es lo más barato en pianos (bien) contrapesados de 88 teclas. Tiene esos detalles geniales de Casio como por ejemplo que no tiene display pero tiene 20.000 funciones para tocar demos pregrabados.

El piano es una mole de 15 kilos y de fábrica Casio vende un mueble, el CS-67 y una pedalera de 3 pedales (en la caja trae un pedal único que parece de máquina de coser china), la SP-32.

Una recorrida por las casas de música del Centro arrojó como resultado que el soporte salía $2.200 y que la pedalera no la "estaban" importando (no sé por qué el plural, la importación de instrumentos está monopolizada y son todos revendedores). Con un orto impresionante tirado en Daiam encontré una caja toda golpeada y llena de polvo que había quedado quién sabe de cuándo. Ya no lo tenían en lista, pero ese ítem, que sale u$s59 afuera, me lo cobraron $1.150 (cobraron es una manera de decir, pagué con débito hace 2 semanas y nunca se acreditó). La recorrida por las casas había sido con dos objetivos, uno ver si aparecía alguien con un precio más razonable para 3 tablones de mierda y el otro ver alguno armado para ver bien cómo podía arreglármelas para hacerme uno. No se me dio ninguna de las dos cosas, no pensaba comprar la pedalera pero el hecho de que fuera la única en stock y poder usarla para sacar las medidas (que no están en ningún lado en internet) fue lo que me hizo decidir.

Esta es la pedalera:

Flor de poronga, no puede valer más de una luca esa garompa de plástico.

Lo primero fue tratar de recabar la mayor cantidad de fotos del original y tomar medidas basándome en algunas especificaciones vagas de Casio (no más que ancho, alto y profundidad), las dimensiones del teclado y la pedalera. Diseñé los cortes, Sacheco me robó 5 días. Todo va en aglomerado de 12mm y ocupaba un 20% de placa, por lo que serían $45 en madera (el resto de la placa lo aproveché).

El pie original, para evitar que el piano se doble por peso propio, tiene una grueso caño estructural abajo que no podía prescindir en el diseño. Le compré el metro veinte de barra al herrero de acá a la vuelta; copado, me cobró $60 por ese retazo cuando en cualquier corralón la barra entera de 6 metros sale $100 (la cual no pensaba comprar porque no me servían de nada los 5 metros restantes).

La barra en cuestión puesta en la muesca, marcando los tornillos, la barra perforada:


Acá están los cortes:

(El pesaje de la mochila me dio 20 kilos, me mató.)

Empieza la faena. El lateral del piano es bastante complicado en formas, por lo que con muuuucha paciencia, me hice una plantilla lo más prolija posible:


La idea de los 12mm era hacer una doble placa donde la primera encaja en el piano y la segunda recubre (no es idea mía, el diseño original es así). Pasé el diseño a las placas de adentro, calé y acá se puede ver el encastre (perfecto):


Después, pasada a las de afuera, calado del borde y armado de los paneles dobles:


Secaron al toque, el ajuste fue perfecto:


Hasta ahí no había ni 1 hora de laburo. Pausa por falta de insumos hasta el día siguiente.

El mueble original es de melamina. Siendo que tiene los bordes curvados, no era una opción que yo lo hiciera en melamina. Las opciones que barajé eran tres, o pintar a lo bestia tapando todo, o enchapar en madera natural y después pintar de negro o forrar en cuerina. Ganó la última. Sobre los bordes curvados estaba la pregunta de cómo hacerlos sin una fresadora y por fuera de eso había que armar las ménsulas sobre las que apoya el piano, tema nada menor.

Compras del día, la cuerina (viene en 1,40 de ancho, todo el mueble consumió menos de 1 metro lineal, así que $55 de costo para una de calidad más o menos). Fuí a Easy con la intención de resolver todo lo demás, y la realidad es que tuve que remarla. Para biselar las maderas compré un cañito de 1 1/4", los precios de las ménsulas eran un desubique total y ninguna de las que tenían servían así que compré de una mesa de liquidaciones unas chapas que supuestamente eran de alguna inservible bandeja pasacables que decían salir $50 pero regalaban a $8,19, linda chapa para hacer hojalatería. Quería cerrar el tema tornillería y pinturas pero no tenían un sorongo.


Convirtiendo al caño en un molde para lijar:

Había sido un día largo y colgué ahí.

Hice alguna pruebita con una lija 60 y se veía interminable, así que cambié la estrategia. Primero una escofinada gruesa para rebajar lo mayor del borde, y después la lijada con el cuarto de caño:

La velocidad de este sistema, fue zarpada. En menos de media hora había hecho todos los biseles. Así quedaron las placas:


Cuando había mandado a hace los cortes, había dudado mucho de si el larguero hacerlo simple en 12mm o doble. Lo hice simple y cuando vi lo endeble que era metro y pico en 12mm evalué si hacerlo doble y la realidad es que tampoco estaba muy bueno ese aglomerado como para que quedara derecho. Por suerte me había quedado un retazo de aglomerado de 20mm de cuando hice el vanitory por lo que corté a medida y reemplacé una con la otra:


No tenía tornillos para armarlo y además estaba viendo de conseguir una engrampadora para forrar por lo que del mueble no podía hacer más. Me puse con las ménsulas, intentando adivinarlas de un par de fotos bastante chotas. Este es el diseño, me entraron las dos en una sola bandeja pasacables:

Qué lindo sería tener una dobladora de chapa.

Al día siguiente me fui a GA-TA y compré todos los putos tornillos que necesitaba:

El de la derecha, el bulón con la rosquita así chiquito como lo ven, $12 cada uno. El total de la cuenta fue de más o menos $80.

Ahora sí a a armar.

Entarugado del larguero, armado mirame y no me toques y sostenido con morsetas y sargentos pudiendo apoyar por primera vez el piano arriba para ver si encajaba... y encajó:


Superado eso, a abulonar:



Recién ahora que tenía el soporte y podía atornillar la barra al piano pude probar las ménsulas. me habían quedado muy altas y largas por lo que recorté una parte y cambié la forma de la ménsula (con la modificación me terminó quedando con el mismo doblado extraño que tiene la original... me pregunto si los ponjas no habrán tomado mal la medida como yo). En la foto se puede ver el antes y después:


Última cosa a ubicar, la pedalera. Con todo ubicado, a perforar:


Compré una latita de negro mate, el índice Kuwait me dice que la inflación julio-febrero fue del 40%, aunque en la misma ferretería conseguí una engrampadora con precio de hace 5 años. A pintar:


A forrar. El proceso es bastante boludo, cortar más o menos la cuerina, pegarla bien a un borde y cubrir las caras:


Para el larguero, por más que parezca más chico es más complicado porque hay que estirar más. Cometí el error de usar adhesivo de contacto y se ve que derritió un poco la cuerina. Donde se ve arrugado no es que no pegué bien, es que después de fijado se estiró. Pensé que con lo poco que le estaba poniendo de pegamento no iba a pasar; si sabía hubiera usado cola vinílica:


Más allá de eso, las piezas quedaron bastante bien:


Y ahora sí, a hacer la armada final y ubicar los tornillos que agarran la ménsula al piano que no había agujereado todavía:


Y por último la pedalera, después de ponerle los fieltros de abajo:


El resultado final:


El precio: $275 y más o menos 4 horas de laburo. Podríamos compararlo contra los $2.200 que sale el original... pero peor es fijarse que me terminó saliendo menos que el pie de tijera cualunque más barato (que se banque 15 kilos). En lo personal, cuerina me gusta más que melamina.

CS-67 DIY FTW

Mesa

Friday, November 15. 2013

Finalmente, la mesa. Post larguísimo con muchísimas fotos.

Arrancamos por el comienzo:

Estaba justo debajo de una boca de luz por la cual filtró muchísima agua en sucesivas tormentas. Además de la humedad que había deshecho las terciadas, también el agua hizo que todas las cosas que estaban arriba destiñeran sobre la madera.

El proceso de restauración fue bastante largo y laborioso.

Lo primero fue ver si se podía salvar la tabla que estaba más castigada por el agua. La terciada estaba casi salida del marco, así que directamente la saqué completa:


Como se ve en la última foto, la terciada estaba toda abierta, principalmente era la chapa de vista, pero en varias partes también estaba suelto el contrachapado. Le dejé escurrir toda la cola que pude por entre las chapas, y después la mandé a prensar por un par de días. Encima, tuve la mala leche de que esa semana estuvo lloviendo por lo que tardó banda en secarse:


Al día, todavía húmedo lo desprensé, por un lado para despegarlo del suelo antes de que se pegara mal (todo el barniz que falta en la primer foto quedó encolado al piso), y por el otro para ver si necesitaba algún refuerzo. Se puede ver que no había llegado a encolar en todos lados (o que la humedad de la cola aflojó partes que antes no estaban despegadas):


Vuelta al prensado y quedó ahí varios días hasta que secó por completo. Acá se puede ver la misma parte que estaba despegada en la foto anterior ya seca:


Ya que tenía la tabla de la mesa sin la terciada, aproveché para arreglar el bastidor. Uno de los encastres tenía esta luz:


Desarmé las piezas (bastante complicado, estaba clavado con un clavo sin cabeza, por lo que tuve que partirlo), rebajé un poco y volví a armar:

En la foto creo que no se nota mucho, pero mejoró muchísimo. En la otra tabla también había una esquina así, siendo que en esa las terciadas (es una tabla con vista en los dos lados por lo que tiene dos terciadas) estaban bien pegadas, la dejé como estaba.

Paso siguiente, volver a pegar la terciada al bastidor:


El resultado (esa es la esquina que estaba toda abierta tanto en chapa como en bastidor):


Una digresión para señalar que faltaban varios de los botoncitos que tapaban los tornillos tanto en las sillas como en la mesa. No conseguí la pieza torneada, así que no quedó otra que hacer unas nuevas a mano:


Acá se lo puede ver calzado en una de las sillas, si bien finalmente terminé poniendo todos los que hice en la mesa, que quedan menos visibles que en las sillas:


Llega la parte de empezar a preparar las tablas para la barnizada. Mis abuelos tenían todo el tiempo la mesa desplegada, por lo que uno de los lados de la tabla doble estuvo siempre protegido. Acá se ve la diferencia de color y desgaste entre la tabla expuesta y la que no:


Empezamos el lijado:

Ahí puede verse cómo quedó la esquina que desarmé. Esas manchas negras en la chapa es óxido de unos herrajes que habían quedado encima todo ese tiempo; en esa primer lijada no pude sacarlos, seguí dándole y perforé el enchapado sin poder sacarlos. Así que no sólo la marca quedó sino que además tuve que emparchar la chapa para nivelar el buraco que le hice (el tinte que se ve ahí no es el definitivo, lo retoqué muuuuchas veces):


La otra tabla tenía otra marca de óxido, y aprendiendo de esta, lijé al menos para sacar lo superficial, pero dejé el resto. Se ve en la mesa terminada, pero es preferible eso y no el nudo de masilla que me quedó en ésta.

Antes de pintar, había que poner a punto las patas. Una cosa que desde chico me molestó de ese juego de living es que la mesa era muy alta con respecto a las sillas. Ya que estaba con la faena, aproveché para achurarle un pedazo a las patas. Podría haber sido un poco menos conservador, pero me dio miedo pasarme de rosca así que terminé sacando 3/4":


Las patas tenían un poco de juego y era imposible desarmar la mesa sin destrozarla, así que reforcé las cuatro patas con cola en los tacos:


Y lista la mesa completa para empezar con el barniz (ahí puede verse el botón in situ):


Esta es la primera mano de barniz. Por suerte el botón se disimuló bastante bien. Ahí se puede ver la tabla doble lijada, en la esquina está la mancha de óxido que no salió. En la última se ve el emparche de la tabla simple con la primera mano:


Otra digresión para las bisagras. El bronce estaba tremendamente deslucido y pegoteado de barnizadas que le deben haber pegado a la mesa. Le di una pulida con lija muy muy fina (en la primer foto se ve el antes y después). Para que no se oscurezcan les di una barnizada muy fina:


Segunda mano de barniz:


Tercera mano, ahora sí empieza a brillar un poco:


Y mirando el reflejo veo esto:

A la terciada que había desarmado, se le había despegado la chapa de la punta opuesta a donde yo había pegado.

Así que a despegar chapa y a encolar el refuerzo. Ya que estaba, encolé un pedacito de chapa que estaba medio suelto en la tabla doble. Esta fue la forma más elegante que encontré para prensarlo:


Ya a esa altura había terminado con las sillas; mi idea era darle una mano más a la mesa y cerrarla. La mano salió así:

Eso es consecuencia de haber pintado toda la semana con el mismo pincel, usando el mismo tacho con el mismo fondo de barniz que iba rellenando, etc. Son un montón de impurezas que se fueron sumando.

Pegué una muy buena lijada, limpié con mucho cuidado las piezas, y di una mano más, esta vez de barniz puro de la lata, sin diluir y sin entintar y con un pincel nuevo:


La tabla simple quedó impecable. La doble, del lado que se ve cuando la mesa está plegada me había quedado con burbujitas por lo que hoy lijé y pinté con un pincel de goma espuma, eso quedó bastante bien. El otro lado, que es el que se ve impecable en las fotos precedentes, en un par de lugares se opacó al secarse... supongo que es que le había dado una pátina demasiado gruesa de barniz:

Siendo que ya todo lo demás estaba bien, armé la mesa así; cuando seque bien la tabla doble del lado que retoqué, veré si repinto la terciada del otro lado.

Acá se ve cómo quedaron los herrajes pulidos, barnizados y con unos tornillos bastante buenos que conseguí que son mucho más lindos que los originales:


Esta es la mesa ya armada completa. Está plegada porque la cara de arriba está todavía húmeda:

Imágenes en el blog.

Friday, November 15. 2013

Para Julio había actualizado el template del blog para que se ajustara al tamaño de la pantalla.

Como cuando hice las modificaciones no había más que thumbnails minúsculos y como después de eso siempre navegué en monitores grandes no me di cuenta hasta este fin de semana que se deformaban horríblemente las fotos cuando eran demasiado anchas para el monitor. Navegando con la netbook vi todo estirado, por lo que me puse a arreglarlo.

Ahora las imágenes si no entran en la ventana, se achican hasta calzar; por lo que la visualización no deberia romperse más.


Como apunte, mientras revisaba el blog para arreglar posts viejos al nuevo template, me encontré mirando este post exactamente como me ven en esta foto que tomé:

El hombre es un animal de costumbres.

Sillones

Sunday, November 10. 2013

Ya había mostrado un poco sobre la puesta a punto de dos de los sillones en este post. Bueno, acá viene lo más grueso que una baldeada.

Antes que nada, acá están los tres sillones en cuestión en su hábitat natural, antes de traérmelos al departamento:


Sofá cama


El sofá cama es el de peor calidad y, supongo que por mala confección, era el más castigado de los tres. En el cuerpo se había roto la caja donde encastraba la espiga de una pata, por lo que habían reforzado con una segunda madera pegada encima. No sé si en el flete o antes, se volvió a partir así que lo primero fue reencolar y clavetear la pata y media:


Después de eso, ya que estaba barnizando las sillas, me pareció más práctico pegarle una lijada fija y una barnizada en vez de intentar limpiarle la mugre (lijada y barnizada en ese orden):


Último paso, limpiar el tapizado que estaba un poquitín sucio, y volver a pegarle los botones que estaban puestos para el traste:


El resultado final:


Los otros dos


Los otros dos sillones tenían muy mal las patas por las reiteradas inundaciones que tuvo la casa. Si bien no los restauré a nuevo, sí al menos les saqué las marcas de humedad y les pegué una barnizada que realmente los realzó bastante.

El uno (dos manos de barniz):


El otro (como estaba, lijado, primera mano, segunda mano:

Sillas

Monday, November 4. 2013

Después de bastante trabajo, finalmente estoy terminando de restaurar el juego de living. Para no hacer un post megakilométrico, lo reparto en mil posts kilométricos y arranco por las sillas que es lo que ya terminé mientras que al resto le falta una manito más.

El estado general de las sillas era un desastre. A varias le había llovido encima reiteradas veces por lo que no había barniz, las patas tenían marcas de agua, y el encolado de todos estaba desastroso, inclusive algunas con maderas partidas.

El primer paso fue el de desarmar lo que se pudo y reencolar (me hubiera gustado poder desarmar completas las sillas y encolar sin la tapicería, pero los tornillos con los que estaba fijada resultaron imposibles):



En general, ninguna silla se salvó, en mayor o menor medida, del despiece y reencolado al menos parcial:


Después vino el turno del lijado completo de las 6 sillas:


Acá está el juego completo (incluyendo mesa) lijado:


En el reencolado sobre reencolado sobre reencolado los encastres no calzaron a fondo por lo que hubo que masillar; este es el maquillaje de la masilla (pueden verse alguna de las maderas más castigadas, partidas o con faltantes):


Después de eso, enmascarar el tapizado:


Cuando manipulaba, tuve la mala leche de despegar una silla que no había podido desmontar del todo para la reencolada y había encolado por encima. Ya tenía todo listo para barnizar, masillado, lijado, etc. y era flor de paja demorarme por una por lo que intenté hacer un refuerzo de la cola sin desarmar:


Dejé secar una noche y el resultado fue que al tironear un poco, se despegó de vuelta. Así que terminé finalmente desarmando el encastre que no había salido inicialmente y encolando bien a fondo:


Todo listo para el barniz:


Se va la primera, bien aguada para tapar los poros:


Segunda:


Tercera y última:


Más adelante veré si hago algo con el tapizado, de momento queda así.


Acá se puede ver un seguimiento de la silla que se me descajetó cuando ya tenía todo listo, en cada uno de los pasos.

Prensado:

Secado:

Masillado:

Lijado:

Teñido:

Primera mano de sellado:

Segunda mano:

Tercera mano: