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El sobre:
El envoltorio:
El contenido:
(0,005 g según la etiqueta.)
DealeXtreme, la manera más económica de comprar un sobre, aunque ahora sólo puedas traerte dos al año.
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DealeXtreme, la manera más económica de comprar un sobre, aunque ahora sólo puedas traerte dos al año.
El Aiwa NSX-330 fue el primer equipo con compactera que tuvimos en casa, fue comprado allá por el año 1994.
En su momento era lo último de lo último. Muy bueno no salió, tuvo problemas con el CD estando todavía en garantía, por lo que un par de años después fue dado de baja y lo heredé como mi equipo para uso personal usándolo para amplificar mi computadora desde los tiempos del "kit multimedia". Con el correr de los años las casseteras se fueron rompiendo, la compactera murió del todo, los días de calor se plantaba el reloj digital, y, finalmente, hará cosa de 3 años murió uno de los canales, por lo que había cortocircuitado la entrada de audio y escuchaba monoaural. Después de 19 años ya estaba para salir de servicio.
Buceando en DealeXtreme me llamaron la atención unos amplificadores súpercompactos que vendían rotulados como para motos. Tienen una variedad gigante de modelos y la realidad es que las especificaciones técnicas que están publicadas dejan mucho que desear (no los culpo, los fabricantes tampoco especifican mucho qué es lo que venden). Hará cosa de dos meses pedí el Lepai LP-838 y me llegó esta semana. Estas son las fotos que saqué para mi review de DX:
Básicamente es un ampli MOSFET, que tiene 3 canales de 20W RMS (acá pueden ver uno desarmado**); dos van pa'l stereo y el tercero para el "super bass", por fuera de eso no tiene más que un control de bajos, agudos y pará de contar (acá tienen una simpática review en video). El precio de este en particular en DX es de u$s18 (sin fuente), aunque se consigue más barato por Amazon. Con la poca información que había en DX compré ese que me pareció lo más grande dentro de los que no tenían ya lógica de equipo que realmente no me interesaba. Como no tengo un subwoofer la realidad es que de los 60W que tira estoy usando sólo 40W; hubiera sido mucho mejor compra comprar uno de los de 2x25W que salían más baratos que este y con los que hubiera sacado 50W.
El espacio ocupado por mi equipo se redujo a esto:
El conexionado es exactamente el mismo que usaba antes:
La calidad de sonido es nítida, practicamente no calienta, y los filtros, si bien muy básicos, me sirven bien para ecualizar lo poco que necesito. De dimensiones no ocupa ni pesa nada (según DX un cuarto kilo). Tuve que comprarle una fuente de 2A porque con otras más chicas que probé se moría cuando necesitaba potencia. Comparado con el Aiwa, tenía 2x25W por lo que estoy un 20% abajo. Este empieza a distorsionar (no mucho) más o menos al 50% del control de volumen por lo que el uso es en lugares cerrados y chicos, para lo que le pido yo que es poder escuchar desde la punta de la casa en la que esté haciendo algo, me sirve; pero el Aiwa tiraba más y sin distorsionar. Del Aiwa extraño el pote que tenía a la entrada de video/aux para limitar el nivel de entrada; me dejaba controlar el volumen desde el control de la PC o desde el equipo sin chances de saturar; ahora tengo que limitarlo yo.
Si tienen al pedo unos buenos parlantes de minicomponente realmente es una opción excelente para rescatarlos por muy poca plata. La recomendación es que traten de comprar alguno de sólo dos canales y que tenga la mayor potencia posible.
**) Desarmado por algún ñato para hacer un mod que si supiera tailandés podría saber de qué se trata. Google Translator me tira cosas tan esclarecedoras como que el título del artículo es "demoler las ovejas salir con él algunos Lepai LP-838 sus tigres" (??).
A principios del 2011 tuve que hacer un viaje relámpago a Perú por trabajo. Lo que eran tres días terminaron estirándose a cuatro gracias al compañero Recalde. Aproveché ese día de yapa para hacer una segunda incursión al centro histórico de Lima y esa vez llevarme un par de chucherías.
Mi idea era comprarme un sicu, mitad para adorno, mitad para tocarlo y en el bolichón donde lo estaba comprando el vendedor me convenció de que tenía que llevarme una quena, que tenía unas muy buenas profesionales. Estaba quemándome los últimos soles que habían sobrevivido y el precio me pareció "excesivo", salía S/.15, algo así como $30 al cambio de ese momento; sin mucho convencimiento me terminé llevando el sicu y la quena.
La quena era una quena de estudio en cedro marca Taki, acá puede verse:
El sicu lo "perdí" en una mudanza, sólo puedo rescatarlo de esta foto.
Debo reconocer que la quena es el instrumento más frustrante al que me enfrenté en mi vida. Para poder sacarle el primer sonido estuve soplándola un día completo, leyendo un montón de instrucciones diferentes acerca de cómo se sopla una quena y también videos con imágenes explícitas sobre el mismo tema. Dos años más tarde, y con bastante práctica, según el día no necesariamente engancho sacar un sonido limpio de entrada. Del sicu que compré, por desconocimiento compré uno cromático y no tradicional prácticamente de juguete y sumado a que muy bien no me fue preferí no aprender la técnica y dejarlo para el día que me compre alguno más adecuado.
Dasde hacía mucho que quería conseguir una quena de caña y largar la de cedro. Finalmente, después de mirarlas mucho tiempo con cariño practicamente a diario, decidí comprarle una a uno de los artesanos de Florida y Av. de Mayo. Acá está la flamante quena de caña:
Salió $200, no quiero pensar cuánto menos me hubiera salido comprarla alla. (Dicho sea de paso, si van a comprar una en Florida presten atención a que hay dos, uno vende "quenas" que son básicamente una caña perforada con agujeros random, el otro es un luthier que vende exclusivamente instrumentos de viento, cómprenle al segundo; también tiene más baratas según la terminación, yo compré la más top de las que vende, pulida y quemada. Para cosas más profesionales, hay un luthier que hace unas preciosas en la feria de Mataderos.)
Estoy realmente muy contento con la adquisición. El sonido es mucho más dulce que el de la de madera, también es más sucio lo que le da más personalidad que al sonido aséptico de la otra, por otro lado tiene mucha más potencia. Me costó un poco adaptarme a la embocadura que es distinta, pero tampoco fue mucho. Eso sí, se me redujo mucho la tesitura, con la de madera sacaba un poco más de dos octavas y con esta con suerte y matándome llego a completar la segunda. Cualquier cosa que se escape de la escala de sol, tampoco está fácil. Supongo que con el tiempo mejoraré.
Finalmente, la mesa. Post larguísimo con muchísimas fotos.
Arrancamos por el comienzo:
Estaba justo debajo de una boca de luz por la cual filtró muchísima agua en sucesivas tormentas. Además de la humedad que había deshecho las terciadas, también el agua hizo que todas las cosas que estaban arriba destiñeran sobre la madera.
El proceso de restauración fue bastante largo y laborioso.
Lo primero fue ver si se podía salvar la tabla que estaba más castigada por el agua. La terciada estaba casi salida del marco, así que directamente la saqué completa:
Como se ve en la última foto, la terciada estaba toda abierta, principalmente era la chapa de vista, pero en varias partes también estaba suelto el contrachapado. Le dejé escurrir toda la cola que pude por entre las chapas, y después la mandé a prensar por un par de días. Encima, tuve la mala leche de que esa semana estuvo lloviendo por lo que tardó banda en secarse:
Al día, todavía húmedo lo desprensé, por un lado para despegarlo del suelo antes de que se pegara mal (todo el barniz que falta en la primer foto quedó encolado al piso), y por el otro para ver si necesitaba algún refuerzo. Se puede ver que no había llegado a encolar en todos lados (o que la humedad de la cola aflojó partes que antes no estaban despegadas):
Vuelta al prensado y quedó ahí varios días hasta que secó por completo. Acá se puede ver la misma parte que estaba despegada en la foto anterior ya seca:
Ya que tenía la tabla de la mesa sin la terciada, aproveché para arreglar el bastidor. Uno de los encastres tenía esta luz:
Desarmé las piezas (bastante complicado, estaba clavado con un clavo sin cabeza, por lo que tuve que partirlo), rebajé un poco y volví a armar:
En la foto creo que no se nota mucho, pero mejoró muchísimo. En la otra tabla también había una esquina así, siendo que en esa las terciadas (es una tabla con vista en los dos lados por lo que tiene dos terciadas) estaban bien pegadas, la dejé como estaba.
Paso siguiente, volver a pegar la terciada al bastidor:
El resultado (esa es la esquina que estaba toda abierta tanto en chapa como en bastidor):
Una digresión para señalar que faltaban varios de los botoncitos que tapaban los tornillos tanto en las sillas como en la mesa. No conseguí la pieza torneada, así que no quedó otra que hacer unas nuevas a mano:
Acá se lo puede ver calzado en una de las sillas, si bien finalmente terminé poniendo todos los que hice en la mesa, que quedan menos visibles que en las sillas:
Llega la parte de empezar a preparar las tablas para la barnizada. Mis abuelos tenían todo el tiempo la mesa desplegada, por lo que uno de los lados de la tabla doble estuvo siempre protegido. Acá se ve la diferencia de color y desgaste entre la tabla expuesta y la que no:
Empezamos el lijado:
Ahí puede verse cómo quedó la esquina que desarmé. Esas manchas negras en la chapa es óxido de unos herrajes que habían quedado encima todo ese tiempo; en esa primer lijada no pude sacarlos, seguí dándole y perforé el enchapado sin poder sacarlos. Así que no sólo la marca quedó sino que además tuve que emparchar la chapa para nivelar el buraco que le hice (el tinte que se ve ahí no es el definitivo, lo retoqué muuuuchas veces):
La otra tabla tenía otra marca de óxido, y aprendiendo de esta, lijé al menos para sacar lo superficial, pero dejé el resto. Se ve en la mesa terminada, pero es preferible eso y no el nudo de masilla que me quedó en ésta.
Antes de pintar, había que poner a punto las patas. Una cosa que desde chico me molestó de ese juego de living es que la mesa era muy alta con respecto a las sillas. Ya que estaba con la faena, aproveché para achurarle un pedazo a las patas. Podría haber sido un poco menos conservador, pero me dio miedo pasarme de rosca así que terminé sacando 3/4":
Las patas tenían un poco de juego y era imposible desarmar la mesa sin destrozarla, así que reforcé las cuatro patas con cola en los tacos:
Y lista la mesa completa para empezar con el barniz (ahí puede verse el botón in situ):
Esta es la primera mano de barniz. Por suerte el botón se disimuló bastante bien. Ahí se puede ver la tabla doble lijada, en la esquina está la mancha de óxido que no salió. En la última se ve el emparche de la tabla simple con la primera mano:
Otra digresión para las bisagras. El bronce estaba tremendamente deslucido y pegoteado de barnizadas que le deben haber pegado a la mesa. Le di una pulida con lija muy muy fina (en la primer foto se ve el antes y después). Para que no se oscurezcan les di una barnizada muy fina:
Segunda mano de barniz:
Tercera mano, ahora sí empieza a brillar un poco:
Y mirando el reflejo veo esto:
A la terciada que había desarmado, se le había despegado la chapa de la punta opuesta a donde yo había pegado.
Así que a despegar chapa y a encolar el refuerzo. Ya que estaba, encolé un pedacito de chapa que estaba medio suelto en la tabla doble. Esta fue la forma más elegante que encontré para prensarlo:
Ya a esa altura había terminado con las sillas; mi idea era darle una mano más a la mesa y cerrarla. La mano salió así:
Eso es consecuencia de haber pintado toda la semana con el mismo pincel, usando el mismo tacho con el mismo fondo de barniz que iba rellenando, etc. Son un montón de impurezas que se fueron sumando.
Pegué una muy buena lijada, limpié con mucho cuidado las piezas, y di una mano más, esta vez de barniz puro de la lata, sin diluir y sin entintar y con un pincel nuevo:
La tabla simple quedó impecable. La doble, del lado que se ve cuando la mesa está plegada me había quedado con burbujitas por lo que hoy lijé y pinté con un pincel de goma espuma, eso quedó bastante bien. El otro lado, que es el que se ve impecable en las fotos precedentes, en un par de lugares se opacó al secarse... supongo que es que le había dado una pátina demasiado gruesa de barniz:
Siendo que ya todo lo demás estaba bien, armé la mesa así; cuando seque bien la tabla doble del lado que retoqué, veré si repinto la terciada del otro lado.
Acá se ve cómo quedaron los herrajes pulidos, barnizados y con unos tornillos bastante buenos que conseguí que son mucho más lindos que los originales:
Esta es la mesa ya armada completa. Está plegada porque la cara de arriba está todavía húmeda:
Para Julio había actualizado el template del blog para que se ajustara al tamaño de la pantalla.
Como cuando hice las modificaciones no había más que thumbnails minúsculos y como después de eso siempre navegué en monitores grandes no me di cuenta hasta este fin de semana que se deformaban horríblemente las fotos cuando eran demasiado anchas para el monitor. Navegando con la netbook vi todo estirado, por lo que me puse a arreglarlo.
Ahora las imágenes si no entran en la ventana, se achican hasta calzar; por lo que la visualización no deberia romperse más.
Como apunte, mientras revisaba el blog para arreglar posts viejos al nuevo template, me encontré mirando este post exactamente como me ven en esta foto que tomé:
El hombre es un animal de costumbres.